WALL es un portabicicletas rectangular diseñado para ofrecer seguridad y facilidad de uso. Presenta dos grandes aberturas: una vertical para asegurar el cuadro o la rueda, y otra inferior diseñada para introducir el pedal o asegurar diversos puntos de la bicicleta, facilitando el uso de candados y mejorando la protección contra el robo.
Está disponible en tres materiales, que se adaptan a distintos contextos urbanos: acero, para un aspecto elegante y contemporáneo; acero corten, que proporciona una estética atemporal y cálida; y hormigón arquitectónico, que garantiza una presencia robusta y duradera en espacios de mucho tránsito.
WALL es una pieza de mobiliario urbano versátil y representativa, que combina durabilidad y una fuerte identidad visual.